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jueves, 30 de abril de 2015

Chirlas a la marinera + videoreceta



Sí, mis queridos fogoneros... Una vez más haciendo el idiota en vídeo. Os dejo la receta escrita,  que es un calco de una vieja conocida, ya que en su momento protagonizó uno de los post de este blog:

- Medio kilo de chirlas
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 ramita de perejil
- 1 vaso de vino blanco
- 1/2 vaso de agua
- 1 cucharadita (de café) de harina
- 1 pellizco de sal
Si las chirlas son frescas, las dejamos una hora más o menos en agua y sal, para que suelten la arenilla que tengan. Si las compráis para hacerlas al día siguiente, mantenedlas en la nevera, envueltas en un paño de cocina húmedo.
Recordad que también las podéis congelar nada más comprarlas (a riesgo de que tengan algo de arena).
De todos modos las chirlas, además de más económicas, no cogen tanta arena como, por ejemplo, las coquinas (las llamamos tellinas en Valencia).

La preparación es muy sencilla:
Sofreimos la cebolla y cuando esté doradita, añadimos el diente de ajo bien picado y lo doramos durante 20-30 segundos. Echamos la cucharadita de harina (o menos, si queremos la salsa más ligera) y la sofreimos un poco. Agregamos las chirlas (bien escurridas para que no salten) y les damos unas cuantas vueltas. En este momento solo se abrirán las más valientes, pero no os preocupéis, que ya se irán rindiendo.  Añadimos el perejil bien picado, y el vaso de vino blanco, y reducimos a fuego medio. Salamos y catamos a ver qué pasa.
Cuando todas estén abiertas y la salsa reducida, estarán en su punto.

Respecto al vino a utilizar, yo recomiendo vinos blancos específicos para cocinar (están en la sección de aceites/vinagres de los supermercados) porque suelen ser menos ácidos. De todos modos sirve cualquier vino blanco, mejor que sea de cierta calidad, compensando su acidez con una cucharadita de azúcar.




jueves, 18 de julio de 2013

Almejas con conchitas de pasta



 ¡Al loro! Este es uno de los mejores platos que he preparado nunca, dentro de una sencillez y un tiempo realmente récord...  He de reconocer que es un total plagio del plato de un grande de la gastro-televisión (y no es de los más conocidos, pero me encanta)  con algunos toques personales que no le han ido nada mal. 

Se trata de unas almejas preparadas con una cocción muy cortita, con una pasta en forma de conchitas cocida a la manera del risotto... Al sustituir el arroz por la pasta, el tiempo de preparación ser reduce a la mitad. El resultado salta a la vista: espectacular. El sabor, exquisito. Un plato superpintón y con una relación de resultado/precio realmente increíble. ¿De diario o de banquete? Vosotros juzgáis. 

Vamos con los ingredientes:




Para 2/3 personas:
- 1/2 kg. de almeja de carril o similares
- 150 grs. de pasta en forma de conchitas, o bien "puntalette" (pasta en forma de arroz)
- 1 pimiento pequeño
- 1 cebolla pequeña
- 3-4 dientes de ajos
- Unas hojas de perejil
- 1 pastilla de caldo de pescado y 1 litro de agua
- AOVE (Aceite de oliva virgen extra)
- Sal
- medio vasito de vino (opcional)
- Un chorrito de salsa de soja Kikkoman (opcional)
- Unas hojas de cilantro (opcional)

Preparación: unos 20 minutos (como muchísimo)

Vamos al lío.  Lo primero que haremos es preparar nuestro caldo de baratillo. Yo siempre he sido muy reacio a las pastillas de caldo, pero en vista de que hasta los grandes lo utilizan, y habiendo probado en algunas preparaciones, me estoy empezando a subir al carro...  En un litro de agua hirviendo, disolvemos la pastilla de caldo y lo apartamos una vez esté bien disuelta.

Ahora vamos abrir nuestras almejas. Tan sencillo como ponerlas en una sartén con un poco de aceite y un pellizco de ajo picado. Cuando se nos hayan abierto (2-3 minutos) las retiramos del fuego. Procuramos que no se pasen. Una sobrecocción de estos bichitos es fatal. Si se secan, lo pierden todo. Veremos que han soltado su agua, que aprovecharemos luego para mojar nuestra pasta.



Ahora vamos a preparar un sofrito de ajo, cebolla y pimiento cortados en trocitos minúsculos. Tardarán en dorar 2-3 minutos. Cuanto más pequeños los trocitos, más tiempo ganamos. El fuego, medio.



Una vez dorado el sofrito, añadimos la pasta, y le damos unas vueltecillas. Apenas la remojamos en el sofrito y le damos unas vueltecillas, como haríamos con un arroz. 


Ahora, lo primero es añadirle el caldillo de las almejas. Opcionalmente, añadimos el medio vaso de vino blanco. Si lo hacemos, le viene bien media cucharadita de café de azúcar, para contrarrestar la acidez. Ahora se trata de ir controlando la cocción, y añadiendo caldo conforme nos lo pida la pasta, de forma que al final quede bien cocida pero seca.  


Casi al final de la cocción, cuando veáis que la pasta está en su punto pero aún queda un pelín de caldo, añadiremos las almejas previamente abiertas. Le daremos unas vueltas en la pasta, y corregiremos de sal. Yo he optado por utilizar la salsa de soja Kikkoman para esa corrección, de forma que se le da al plato un puntito de sabor diferente, y la salinidad necesaria, así como un poquito de color.También incluiremos en este "removido" final un buen pellizco de hojas de perejil picado. Yo he mezclado perejil y cilantro fifty-fifty.  El sabor/aroma del cilantro es muy particular, y no a todo el mundo le gusta, así que sed cautos.

Si he utilizado la salsa de soja Kikkoman no es porque me paguen por la publicidad... (ojalá),  es porque no es una salsa de soja china cochina...  es muy diferente. Es japonesa, y algo más suave que las corrientes y comerciales, y con muchos más matices. Os encantará.





Llegados a este punto, emplataremos y pondremos otro pellizquito de perejil/cilantro picado por encima, ya emplatado y en crudo.

El resultado, la primera foto. ¿Le hacéis ascos?

Por cierto, ¿de quién creéis que he copiado/plagiado la receta? ¿Apuestas?

viernes, 12 de marzo de 2010

TAPAS DE SIDRERÍA II

 
Comenzamos este post con unas CHIRLAS A LA MARINERA.
- Medio kilo de chirlas
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 ramita de perejil
- 1 vaso de vino blanco
- 1/2 vaso de agua
- 1 cucharadita (de café) de harina
- 1 pellizco de sal
Si las chirlas son frescas, las dejamos una hora más o menos en agua y sal, para que suelten la arenilla que tengan. Si las compráis para hacerlas al día siguiente, mantenedlas en la nevera, envueltas en un paño de cocina húmedo.
Recordad que también las podéis congelar nada más comprarlas (a riesgo de que tengan algo de arena).
De todos modos las chirlas, además de más económicas, no cogen tanta arena como, por ejemplo, las coquinas (las llamamos tellinas en Valencia).

La preparación es muy sencilla:
Sofreimos la cebolla y cuando esté doradita, añadimos el diente de ajo bien picado y lo doramos durante 20-30 segundos. Echamos la cucharadita de harina (o menos, si queremos la salsa más ligera) y la sofreimos un poco. Agregamos las chirlas (bien escurridas para que no salten) y les damos unas cuantas vueltas. En este momento solo se abrirán las más valientes, pero no os preocupéis, que ya se irán abriendo.  Añadimos el perejil bien picado, y el vaso de vino blanco, y reducimos a fuego medio. Salamos y catamos a ver qué pasa.
Cuando todas estén abiertas y la salsa reducida, estarán en su punto.

Respecto al vino a utilizar, yo recomiendo vinos blancos específicos para cocinar (están en la sección de aceites/vinagres de los supermercados) porque suelen ser menos ácidos. De todos modos sirve cualquier vino blanco, compensando su acidez con una cucharadita de azúcar.

Ahora vamos con una tapa más especialita. HUEVAS AL AJILLO.
Las huevas de sepia son muy sabrosas, pero no a todo el mundo le gusta su textura. Son más gelatinosas que la sepia, pero con mucho más sabor. 
Se limpian bien (tienen una telilla en el exterior que conviene retirar) debajo del grifo. Podemos desechar aquellas demasiado blandas, por el tema de la textura.
Se trata de dorarlas  a la plancha por ambas partes. Mientras tanto, hacemos un picadillo de ajo, perejil, aceite de oliva, sal y un chorrito de limón. Cuando tengamos las huevas listas, le echamos el picadillo por encima, y ya está listo.

Salud!