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martes, 21 de julio de 2015

Mojito tradicional cubano + mojito de fresa + esferificaciones de mojito


¡¡¡Muy buenas, fogoneros!!!

La receta que os traigo hoy...   ¡¡¡Maaaaaadre mía la receta que os traigo hoy!!!

Estamos en verano, y ¿qué mejor cocktail que un mojito al salir del agua en la playa o en la piscina? Pues esta es mi propuesta de hoy. En el vídeo que os dejo os explico las recetas del mojito tradicional y del mojito de fresa 

Pero además, y como veis en la foto, os enseño a esferificarlos y poder ofrecer a los vuestros algo novedoso, sorprendente y que les va a despertar una sonrisa seguro. Impagable!!!  

Imaginaos en los postres servir estos mojitos que se toman de un bocado, con el interior líquido y con su toque de fruta incluido. ¿Os apetece aprender a hacerlos?


martes, 14 de abril de 2015

Presa ibérica con reducción de oporto al romero y sus flores


¿Alguna vez habéis oído eso de "eres tonto o comes flores"?

En mi niñez era un ataque verbal muy común entre la chavalada... Ahora, con la madurez, no solo recuerdo aquella frase con una sonrisa, sino que pierde todo su sentido porque... ¡yo como flores! (independientemente de mi dudosa capacidad mental)...

En este caso os presento una idea que a muchos os parecerá curiosa, pero tiene todo el sentido del mundo. Si tenéis la suerte de tener a mano una planta de romero, habréis observado que está en plena floración. La flor de romero no solo es comestible, sino que además es muy bonita y puede aportar mucha vistosidad a vuestros platos. Su sabor y aroma es muy sutil, mucho más que el de la hoja, no resulta amarga, y en un plato condimentado con romero, su presencia está más que justificada.

Os presento una idea de plato: un presa ibérica con reducción de oporto al romero y sus flores.

Tan sencillo como una reduccion de Oporto con una ramita de romero dentro, marcar nuestra carne a la plancha, espolvorear sal maldon, y decorar a vuestro gusto. 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Secreto ibérico al romero



Y continuamos jugando con los geles, las espumas y los rollos moleculares. En este caso, hemos hecho un secreto ibérico a la plancha, sobre una gelatina de romero. Hemos rematado la jugada con un aire de romero. 

Para ser mi primer aire, he quedado muy satisfecho, tanto por estética como por aroma y sabor. La textura es un tanto especial, porque da la impresión de que estás dándote un baño de espuma y se te mete en la boca... A diferencia del amargor que deja el jabón, aquí nos queda en boca un aromilla de romero impresionante. 

Respecto al gel que hemos puesto de base...  Bueno...  Pasable. Además lo he tenido que colorear artificialmente para que fuese verde. 

Os cuento cómo funciona esto. 


Hemos preparado una infusión de romero: dos ramas en un cuarto de litro de agua, y media cucharadita de sal. 

Luego, hemos separado esta infusión en dos: 100 grs. por un lado, con media cucharadita de agar-agar (y en mi caso, con un poco de colorante verde). Lo llevamos a ebullición y lo dejamos reposar. Cuando notamos que está empezando a espesar, pintamos una línea en cada plato con una brocha.

Ahora haremos la espuma. Necesitaremos un cacharro de paredes altas. En la infusión tibia, disolvemos media cucharadita de lecitina de soja con ayuda de una batidora. Vamos subiendo y bajando el brazo de la batidora para que entre aire y se vaya formando espuma. 

Hecho esto, asaremos a la plancha el secreto ibérico. No lo salamos de antemano, pero sí le espolvorearemos pimienta. 

Le damos el punto adecuado y lo salamos. Lo cortamos en tiras alargadas y emplatamos. 

La espuma se deja caer suavemente en el plato, y se le da forma con el reverso de una cuchara. Se puede espolvorear con pimienta.  Se adorna la carne con unas hojas de romero frescas. 

Listo!



miércoles, 16 de octubre de 2013

Salteado de cordero y verduras con arroz bashmati



Un platillo de fusión arabe--india-japonesa...  (o algo así)...  En definitiva, porque he usado jengibre, salsa de soja, cúrcuma, curry...  llamadlo como queráis, pero está de vicio...

El nombre o la procedencia es lo de menos. Lo de más es que estamos ante un plato completo, riquísimo, y de una dificultad moderada (hoy no diré sencillísimo). 

Vamos a por los ingredientes: 

Para dos personas 


- Medio pimiento rojo
- Medio pimiento verde (del mismo calibre)
- Una cebolla tierna
- 150 gramos de cordero (en taquitos)
- Dos tazas de café de arroz bashmati
- 50 gramos de jengibre fresco
- 5 cl. de salsa de soja (preferiblemente baja en sal)
- Aove
- cúrcuma
- curry
- sal
- cebollino (para adornar)

Comenzamos. 


De momento, a fuego medio-bajo rehogamos el pimiento verde, cortado en julianana. A los cinco minutillos, agregamos la cebolla tierna. 



Luego, incorporamos el pimiento rojo (rallado o cortado muy fino) y el cordero. 


Ahora es buen momento para comenzar con el arroz. En un litro de agua, y con una cucharadita de sal y otra de cúrcuma, cocemos nuestro arroz unos 10 minutos. 


La gracia de este plato es acabar ambas preparaciones más o menos a la vez, para emplatar en condiciones. 

Seguimos con el salteado. Ahora agregamos media cucharadita de curry, disuelto en un poco de agua, de forma que tengamos una pasta ligera. Añadimos también el jengibre bien pelado y rallado. 


Y por último, para darle color y salinidad, agregamos la salsa de soja. Ojo a las cantidades. Más vale quedarse corto y luego añadir (esa posibilidad siempre nos queda).

 

Emplatamos formando unos timbales de arroz bashmati, un buen par de cucharadas de salteado, y adornamos con cebollino bien picado. 

Lujo asiático, nunca mejor dicho!!! 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Risotto con algas wakame y gambas


¿Cocina mediterránea o cocina asiática? Creo que este plato pertenece de pleno al primer grupo. Si le quitamos el nombre japonés, le ponemos el científico (Undaria Pinnatifida) y añadimos que la que yo he utilizado viene de costas españolas, todo en este plato es muy mediterráneo.

Este alga comestible se encuentra en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, por lo que no es mal negocio comerlas, habida cuenta de su gran presencia en nuestras costas, y de que hoy por hoy es prácticamente imposible su extinción.

Su sabor es muy potente, y deja en nuestros platos un sabor a mar inconfundible. Podemos utilizarla en ensaladas o en preparaciones como ésta en sustitución de algunas verduras. Básicamente nuestro risotto de hoy es como un tradicional "arroz con espinacas" con aires marinos. Las algas, además, tienen un montón de propiedades saludables para nuestro organismo, por lo que introducirlas en nuestra dieta solo nos va a aportar ventajas.

Encima, son muy baratas. ¿Qué más queremos?

Y con esto, y dedicando la receta a mi amiga Susana, que me lanzó el reto de cocinar con algas, aquí va la receta de hoy.  



Las estrellas del plato:

- 10 grs. de alga wakame deshidratada (se va a multiplicar por 10 cuando la pongamos en remojo)
- 1 cebolla
- 100 grs. de gambas peladas
- 50 grs. de arroz
- 50 grs. de queso grana padano o parmesano
- 1 lámina de gorgonzola dulce
- 20 cl. de agua
- 10 cl. de nata líquida
- Aceite de oliva virgen extra
- sal

Comenzaremos deshidratando las algas en agua fría. Notaréis que la hidratación es rapidísima, por lo que podemos ir preparando el resto de ingredientes mientras las algas toman forma. Apenas tardan 8-10 minutos en estar listas. 

Picamos muy finamente la  cebolla (incluso podemos triturarla con picadora eléctrica). Si queda muy fina, mejor que mejor. Doramos la cebolla, y cuando la tengamos agregamos las gambas peladas y las algas cortadas muy finas. Por último, agregamos el arroz para que se sofría un poco. 




Añadimos el agua y esperamos a que suba a ebullición. Cuando lo tengamos hirviendo, bajamos a un fuego medio. No olvidéis ir probando de sal durante todo el proceso. 


Cuando ya tengamos casi toda el agua evaporada, y veamos que tenemos un arroz meloso (y en su punto, hay que probarlo) agregaremos la nata líquida, en la que habremos deshecho los quesos (si queréis, podéis calentar la nata y deshacer en ella los quesos triturados, o tirad de nuevo de batidora y machacadlo junto). Volvemos a reducir hasta tener un arroz meloso.  Recordad que el punto del risotto es un arroz con un corazón durito, pero con un exterior blando y agradable a la mordida.

El resultado, como siempre, al principio.

Y bien, Susana, ¿reto superado?

viernes, 23 de agosto de 2013

Spaguetti bianco e nero



Aquí no hay más fotos, y es por dos motivos:

1- Jodiendas de la cámara de fotos
2- Es más sencilla que el mecanismo de un botijo. 

Este plato de pasta es sencillito, simple, resultón...  el combinado de colores es espectacular... Primer plato ideal...  ¡Salgamos del carbonara y del boloñesa!  (que en breve, por cierto, elaboraré a mi manera)...

Lo que os puede costar más es, tal vez, encontrar los spaguetti negros. No tienen más misterio que el de ser una pasta seca elaborada con tinta de calamar. En supermercados de "caché" (por no dar nombres) no es difícil dar con ellos. Lo cierto es que no es solo el color...  El sabor a mar está ahí, y si lo acentuamos con moluscos, crustáceos, bivalvos o lo que sea (que provenga del mar), el plato queda maravilloso...   

Y yo he utilizado:  

(Como siempre, para dos)

- 150 grs de pasta negra
- 50-60 grs. de angulas (o gulas-sucedáneo, que estamos en crisis)
- Un puñado de gambitas peladas
- 100 gramos de sepia cortada a taquitos pequeños
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta
- Sal
- Un diente de ajo
- Perejil picado (al gusto)

La preparación:  

Cocemos nuestra pasta. Como siempre, con sal. 8-10 minutos en el caso del spaguetti... Por otra parte, hacemos un sofrito con el ajo, cortado en láminas, al que añadimos las gulas y las gambas, que salamos adecuadamente. Sencillo y simple. 

Presentamos la pasta: debajo la pasta negra, encima el sofrito, y si queremos, coronándolo con perejil fresco bien picado encima... 

Si es que es tan sencillito y tan rico...   

Adelante, fogoneros, a interpretarla!!!

jueves, 1 de agosto de 2013

Presa ibérica II: Tagliatelle con presa ibérica con airecillos orientales




Y esta va dedicada a mi amiga Xusa. Una mujer muy interesante, una mujer de mundo (en el buen sentido). Lo cierto es que estoy empezando a conocerla, pero es una persona apasionante... Está muy rodada (también en el buen sentido) y en breve se va a India. Y no es una novata en el asunto, que ya es el quinto viaje que hace a aquellas tierras!  Y entre charla y charla, sale el curry a relucir (cómo no)...   Así que esta receta-fusión de lo nuestro y de lo de aquellas tierras va al 100% dedicado a ella...   Siempre con la condición de que, a su vuelta, tenga que lavar la ropa dos o tres veces porque el curry que se ha traído en la maleta lo ha impregnado absolutamente todo...    

Vamos al turrón.



Las "All Stars" de este plato, la presa ibérica, la cebolla y la pasta. 

Necesitaremos (para 1 y nada más...  como siempre, creced y multiplicaos...):

- 1 filete de presa ibérica
- 1 cebollita pequella
- 3 nidos de tagliatelle
- 1 cucharada sopera de curry amarillo (el común, el que encontramos en cualquier supermercado, sección      botecillos de especias)
- Aceite de oliva
- Salsa de soja
- Sal


Lo primero, ponemos el agua a calentar, para nuestra pasta. Seremos moderados con la sal, y ahora veremos por qué. 

En una sartén pequeñita trabajamos nuestro curry con un poco de aceite de oliva. Al contrario de los pimentones, que se queman enseguida, al curry es conveniente "despertarlo", esto es, lo sofreiremos un poco... lo tostaremos para que saque todos sus aromas ocultos, que si de por sí son potentes, en crudo no tienen todos los matices que tiene cuando se sofríe un poco. 
Cuando veamos que ha cambiado de color hacia el marrón clarito, lo echaremos en el agua (que ya debe estar hirviendo).

¿Veis que el color del agua es lo que es? Pues huele como huele...  a gloria!!!!


Ahora, pocharemos nuestra cebolla finísimamente cortada (yo la rallo, directamente), y cuando esté doradita (enseguida) añadiremos un vasito pequeño de brandy y un chorrito de salsa de soja (que no es muy india, pero le va de perlas). Reduciremos. Cuando tenga la pinta que veis en la foto, lo trituraremos y haremos un puré ligerito. Eso nos servirá para verter un chorrito en la preparación final. Ojo, que está salado de narices, así que sed cautos...  Y probad, siempre probad...   



Partimos el filete de presa ibérica en tiritas finas...  de menos de un cm. de grosor...  Vaya, que no destaques mucho frente al tagliatelle...


Lo pasaremos por una sartén muy muy caliente, sin aceite (sus propios jugos son suficientes) apenas unos 20-30 segundos, dando vueltas constantes para que doren uniformemente. Retiramos.




Ya tenemos la pasta cocida. El aroma a curry impregna la cocina (y lo hará los dos días siguientes). Maravilloso. Tiene un color amarillo precioso. Emplatamos.

Ponemos la base de tagliatelle, las tiras de presa por encima, y el remate de puré de cebolla decorando. Os recomiendo comerlo mezclándolo todo, dada la potencia del puré de cebolla.

Ahí queda esta fusión ibero-indo-japonesa.

Os aseguro que os sorprenderá, y sorprenderéis.

lunes, 26 de septiembre de 2011

BOB ESPONJA

Hola de nuevo a todos. Tras este descanso blogístico que me he pegado, me he decidido a vencer la pereza y comenzar de nuevo a hacer cositas. Hoy os pongo un Bob Esponja que me curré ayer para la niña de la casa.

La verdad es que nutritivo, lo que se dice nutritivo, no lo es mucho. Al final no es más que una rebanada de pan de molde (con corteza) y una loncha de queso fundido, junto con algunos trocillos de jamón de York y adornos de calabacín.

Os dejo la idea y que cada cual decida sus ingredientes.

Un abrazo a todos.


martes, 2 de marzo de 2010

Solomillo con verduras confitadas


Un plato "fisno" para cualquier ocasión, vistoso y sabroso. Para niños y mayores, para carnívoros y vegetarianos, no demasiado caro y bastante pintón.

Necesitaremos:

Para 4 personas

- 1 cebolla
- 1 pimiento amarillo
- 1 solomillo de cerdo
- 1 vaso de jerez
- 1 cucharada sopera de azúcar
- sal
- pimienta
- nuez moscada
- mantequilla


Vamos al lío. Este plato es francamente sencillo, vistoso y lo importante, sabroso.
Rehogamos con mantequilla la cebolla junto con el pimiento amarillo cortados a cubitos. Incorporamos la cucharada de azúcar y removemos un poco.


Agregamos el vaso de jerez. Dejamos reducir a fuego medio-bajo hasta que quede con una consistencia de jarabe.


Por otro lado cortamos el solomillo en medallones, salpimentamos y espolvoreamos un poco de nuez moscada, y lo doramos con mantequilla también.


Presentad a vuestro gusto y a comer!!

Un plato de carne para golosos. El pimiento amarillo le da un toque muy especial, tanto de color como de aroma y sabor.

Variantes: Si se quiere se puede sustituir el jerez y el azúcar por un jerez dulce.

Hala, yatá.