lunes, 15 de marzo de 2010

Fideuà




Vamos con un clásico de los domingos: la fideuà.
En casa ya no he de pensar qué voy a hacer de comer el domingo: fideuà. Llueva o truene.
Desde que empecé a hacerla, la paella ha quedado en segundo plano (y además lo prefiero, el fideo es mucho más agradecido que el arroz, es mucho más sencillo dejarlo en su punto.

Fideuà (2-3 personas)
- 4 cigalas
- 6-8 langostinos, gambones o similares.
- 500 grs. de chirlas o berberechos
- 1 sepia pequeña
- 1 cortada de emperador
- 12-14 colas de gamba peladas
- 1 litro de fumet de pescado (caldo)
- 2-3 puñados de fideos para fideuà
- 1 ramita de romero
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de sal
- 6-8 cucharadas de tomate frito
- 1 cucharadita de colorante alimentario 

Vamos al lío.
De entrada, unas consideraciones acerca de la paellera. La que yo uso para 2-3 personas es realmente para 8. En fin, para un menú desgustación de 8, porque para 3 se queda justa. Hay que pensar que tanto en paellas como en fideuàs, lo ideal es que queden bajitas, no que se llenen hasta el borde.  Por ello, pensadlo 2 veces antes de comprar la paellera.

Yo utilizo un difusor en el fuego principal. Es muy importante nivelarlo bien. Esto se hace echando aceite (sin fuego) y vigilando hacia dónde va. He tenido que poner un papel doblado en una de las patas para que se nivelase en condiciones. De todos modos esto no es una ciencia exacta, y cierto desnivel está permitido. 


Ponemos en marcha el asunto y sofreimos, a fuego medio-fuerte las cigalas y los gambones. Una vez bien sofritos (por los dos lados) los retiramos, pues con tanto marisco no cabrían los fideos.
En el mismo aceite sofreimos la sepia, cortada en cuadraditos, la cortada de mero, también cortada, y las colas de gamba.

Los berberechos estaban una hora en agua y sal, mirando de reojo a la paellera, a sabiendas de que el cruel destino se cernía sobre ellos.

Añadimos los berberechos al sofrito, y los rehogamos sin piedad alguna.



Añadimos el tomate frito, el pimentón (con cuidado que no esté demasiado tiempo flotando en el aceite, pues si se quema dejará mal sabor).



Añadimos el caldo de pescado. Si falta líquido como para cubrir los clavos de las asas, agregamos un poco de agua (a ser posible caliente).

Dejamos que comience a hervir, y lo dejamos a fuego medio durante 10 minutos. Agregamos ahora el colorante alimentario, repartiéndolo bien por todo el caldo. Dejamos ahora flotando en el caldo hirviendo la ramita de romero. Como si fuese una infusión la retiramos pasados 5 minutos (para no dejar excesivo sabor).

Añadimos los fideos, a razón de un puñado por cada comensal. Si el cocinero es mujer (mano pequeña) pues un poquito más.

Los echamos al caldo hirviendo (que dejará de hervir de repente), removemos bien para repartirlo todo  y esperamos hasta que vuelva a burbujear. Entonces, bajamos el fuego hasta que la cocción sea uniforme (medio fuego, 3 o 4 burbujas por segundo).


Dejamos reducir y cuando tenga el aspecto de la foto siguiente, decoramos con las cigalas y los gambones hechos al principio, de forma que se calienten y se terminen de hacer.


Presentamos colocando los gambones y las cigalas, y limones partidos por la mitad.

Consideraciones finales:
Si se os acaba el caldo y el fideo sigue duro, tapad la paellera con papel de periódico salpicado de agua, de forma que haga las veces de tapadera. Los fideos se cocerán (al vapor).

En fin, que buen domingo (y buena siesta, ya que este plato lo pide a gritos).

1 comentario:

  1. Ya te lo he dicho donde correspondía, pero tu fideua me ha encantado.
    Yo los domingos me planto en huelga y voy a comer a casa de la suegra, pero en mi casa de toda la vida los domingos una fidea, una paella o un buen asado de carne. como Dios manda!

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