¡Platazo inconmensurable! Mi preferido desde que tengo uso de razón. Los canelones de "la mamma" (aunque sea de Albacete), siempre han sido una fiesta. Aquellos sábados con canelones (porque los domingos se reservaban para la paella) eran gloriosos. La verdad es que el tiempo de trabajo en la cocina es alto, pero el resultado lo vale. Lo cierto es que mi madre se complicaba la vida menos que yo, pero he querido traer una propuesta muy rica, y con ingredientes muy nuestros. Dieta mediterránea pura.
Vamos a cocinar:
Para 4 personas (unos 16 canelones):
- 250 grs. de carne picada (ternera o cerdo-ternera)
- 1 lata de foie-gras (del de toda la vida)
- 1 cebolla
- 200 grs. de seta blanca
- Queso para rallar (o ya rallado). Yo he utilizado un queso de oveja curado (albaceteño)
- Obleas para canelones
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta y sal
Para la bechamel:
- 500 cl de leche
- dos cucharadas soperas de mantequilla
- dos cucharadas soperas de harina
- nuez moscada
- sal
Comenzamos rehogando las setas y la cebolla, finamente picados.
Añadimos la carne al sofrito, y salamos. para finalizar, y un poco antes de terminar, añadimos el paté.
Cocemos las obleas. Para ello, pondremos agua con sal a hervir, e introduciremos las obleas una a una en el agua hirviendo. El fuego, medio. Podemos poner más obleas de las previstas, por si alguna se rompe. Una vez cocidas, quitamos el agua caliente y vamos añadiendo fría. Cuando ya esté templada y podamos introducir la mano, rescatamos las obleas y las escurrimos en un paño extendido.
Vamos con nuestra bechamel:
En una cacerola calentamos la mantequilla, y deshacemos un ella la harina, moviendo enérgicamente. Ese es todo el truco para no encontrarnos grumos. Vamos añadiendo leche poco a poco, sin dejar de remover (de hecho, la foto ha sido muuuuy complicada de hacer). Cuando tenemos la bechamel con la consistencia adecuada (espesita pero no con textura de puré), salamos y tocamos con la nuez moscada.
Y vamos con el montaje. Voy a preparar una ración para la foto, y una bandeja grande tamaño familiar. Embadurnamos el fondo de la bandeja con mantequilla. Como véis, me han quedado los cuatro muy igualitos (y un cojón).
Ahora, bañamos con nuestra bechamel, coronamos con el queso rallado, y al horno, 5 minutos en la parte alta. Si el horno tiene gratinador, suficiente.
Y el resultado, en la primera foto.
Nota de cata: cojonudos!!! está mal que yo lo diga...
Como siempre, os animo a variar, a inventar, a innovar, a plagiar...
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