Un platillo de fusión arabe--india-japonesa... (o algo así)... En definitiva, porque he usado jengibre, salsa de soja, cúrcuma, curry... llamadlo como queráis, pero está de vicio...
El nombre o la procedencia es lo de menos. Lo de más es que estamos ante un plato completo, riquísimo, y de una dificultad moderada (hoy no diré sencillísimo).
Vamos a por los ingredientes:
Para dos personas
- Medio pimiento rojo
- Medio pimiento verde (del mismo calibre)
- Una cebolla tierna
- 150 gramos de cordero (en taquitos)
- Dos tazas de café de arroz bashmati
- 50 gramos de jengibre fresco
- 5 cl. de salsa de soja (preferiblemente baja en sal)
- Aove
- cúrcuma
- curry
- sal
- cebollino (para adornar)
Comenzamos.
De momento, a fuego medio-bajo rehogamos el pimiento verde, cortado en julianana. A los cinco minutillos, agregamos la cebolla tierna.
Luego, incorporamos el pimiento rojo (rallado o cortado muy fino) y el cordero.
Ahora es buen momento para comenzar con el arroz. En un litro de agua, y con una cucharadita de sal y otra de cúrcuma, cocemos nuestro arroz unos 10 minutos.
La gracia de este plato es acabar ambas preparaciones más o menos a la vez, para emplatar en condiciones.
Seguimos con el salteado. Ahora agregamos media cucharadita de curry, disuelto en un poco de agua, de forma que tengamos una pasta ligera. Añadimos también el jengibre bien pelado y rallado.
Y por último, para darle color y salinidad, agregamos la salsa de soja. Ojo a las cantidades. Más vale quedarse corto y luego añadir (esa posibilidad siempre nos queda).
Emplatamos formando unos timbales de arroz bashmati, un buen par de cucharadas de salteado, y adornamos con cebollino bien picado.
Lujo asiático, nunca mejor dicho!!!
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